Tanto follar en ascensores era de esperar que al final
nos quedásemos atrapados en alguno.
Pero en lo demás, más bajadas que subidas.
Cambiando de piso y de gente.
Baja, sal. Sube, entra.
Desde el sótano del Alma hasta el ático de las neuronas.
Pensando.
Pulsando el botón del clítoris y acabar tocando el corazón.
A.R.M; otro aullido más.
Era un lobo sosegado y valiente que se drogaba con la Luna porque ella le ofrecía un balcón en su mejor esquina...
Un rincón de mí.
Juegos de palabros y vivencias hechas letra.
¡Gracias por las visitas!
sábado, 31 de mayo de 2014
(Revolver, Volver a volver.)
Me acojona cómo nos rompemos por dentro sin tocarnos un puto hueso, solo hacen falta palabras o algún pequeño hecho. Todo inesperado.
Y es curioso, las mismas cosas te pueden volver a reconstruir de nuevo.Volver a darte lo que te habían quitado minutos antes y sentirte lleno.
(Revolver, Volver a volver.)
Hasta las personas que van de fuertes, se rompen, porque 'van de', no lo son.
Somos frágiles y complicados siempre excepto en tres situaciones :
-Cuando nos emborrachamos.
-Durante la masturbación.
-Cuando dormimos.
·Cuando nos emborrachamos, porque el alcohol habla y actúa por nosotros. Es triste, quizás porque no eres consciente al 100% de todo, sea la razón por la que sientes que todo va bien.
-'Estoy a medio whisky de llorarte'-
·Durante la masturbación porque todos tus objetivos se resumen en uno, correrse.
Las piernas te tiemblan y empiezas a sudar hasta que lo consigues y boooooooooom. Placer.
Eres otra persona, el doble de tu 'yo' anterior.
-'Travesura realizada'-
·Y por último, cuando dormimos, porque los sueños son otro rollo. Estás sin estar y te dejan un mensaje grabado.
Hay sueños que recuerdas durante años y otros que te despiertas y nunca recordarás
como cualquier cosa de esta vida, unas cosas sí, otras no.
Otro rollo, algo chungo.
-'Dame de dormir'-
Cuenta conmigo para las tres.
Quiero reconstruir.
A.R.M; un aullido más.
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